Una vegata que ya tenebe tot apanyato e hebe visto que el chenullo me respondeba bienm, deixé de dormir a orillas d'ibons ap prencipiar a fer bivacs en picos. El primer decidié que fues un inedito pa yo: El Perdiguero, a la Vall de Benás. Un día de muto aire e boiras que m'impidioren de veyer l'Aneto e Llardana, pero que me deixoren una tardada brutal. Pasé frío de nuet, pero soportable.
No divisarías esos picos que, seguro, desearías haber contemplado, pero... ¡sí que incendiaste el cielo y de qué forma tan fabulosa!. Imagino que no te esperabas algo así.
ResponderEliminarLas tres son increíbles, pero me encantan los haces de luz de la segunda.
Gracias, Estela.
EliminarSorprendentes y hermosas imágenes, un bálsamo para el espíritu. Intuyo la emoción que debió de causarte vivir esos mágicos instantes.
ResponderEliminarPercibirías el frío, pero el fuego de ese cielo lo hizo soportable.
Extraordinarias las tres.
Emocionarme, lo que es emocionarme... oues tampoco. Me gusta vivir esos momentos, pero llega un momento en que ya no se siente la emoción de las priemras veces.
EliminarMolt dificil de triar, estàstocat per una mà divina
ResponderEliminarDarrerament he tingut una mica de sort ;-)
EliminarMira que busques llocs estranys per dormir! ;-)
ResponderEliminarAixí, però, s'aconsegueixen imatges tan especials, de moments tan especials i efímers. Felicitats
Albert
Al migdia no es veuen aquestes coses, així que ja saps que és el que toca fer :-)
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